
El director de Human Rights Watch, dijo que no apoya la extradición a cualquier precio; la considera una eficaz palanca para hacer que los ex jefes paramilitares colaboren con la justicia, pero que al usarla de un solo golpe, el gobierno se gastó su principal herramienta para hacerlos hablar. Y puede incentivar en sentido contrario a los que siguen aquí: que quién se anime a revelar lo que sucedió en la parapolítica termine extraditado. Entrevista con María Teresa Ronderos, directora de Semana.com. VER MÁS
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